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OTRA SIERVA DE LA HISTORIA

OTRA SIERVA DE LA HISTORIA

 

Por Luis Machado Ordetx

La pintura, por estos días, como dijeron los origenistas al comentar los alcances y posibilidades de la poesía, anda por nuestros predios como sierva de la historia, en testimonio del presente y el pasado de nuestras realidades, comulgando en géneros y estilos, en esencia y trascendencia de lo inmediato y lo posible.

Viaje a la Semilla, en la ida y venida de los artistas de la plástica contemporánea nacidos en Villa Clara y residentes en otras regiones del país, propicia ese encuentro todos los octavos mes de cada año desde hace una década atrás.

Y más que cifras, subrayadas el miércoles por Raúl Santos Serpa, hasta el territorio, vinieron 33 exposiciones, con 770 piezas y  11 muestras personales de reconocidas firmas que, después de la partida hacia otros lugares, abrigaron el instante de llegar a los sitios donde crecieron y presentar sus credenciales en medio de un entorno familiar e incluso desconocido para lo que antes persistió en ese lugar.

De ese modo, en medio de la añoranza y el repaso a lo pasado o lo presente, hay un pensamiento de disfrute puesto en el otro, el receptor,  ávido por el aprecio a las técnicas, estilos y modos de componer en las artes plásticas contemporáneas en Cuba.

Ahí pervive la historia de la galería Encuentro, en la Casa de la Ciudad, y más reciente la inaugurada en Cifuentes, catalogada como excelencia en el arte contemporáneo, al albergar firmas que prestigian a Cuba: César leal, Portocarrero, Zaida del Río, Adagio Benítez, Diana Balboa, Lesbia Vent Dumois, Fabelo, Alexis Leyva (Kcho), Sosa Bravo, Rodríguez Fuster, Eduardo Roca (Choco), Aida Ida Morales, Santoserpa, José Miguel Pérez, Ares, Rodríguez Bonachea, García Peña o Alberto Lescay.

Que tenga conocimiento, en pocos lugares de la Isla hay ubicados tantos derroches de talentos y sabidurías artísticas, y eso, en cierta propensión, vale por mucho y constituye un aporte y un reconocimiento de las hornadas sucesivas de Viaje a la Semilla, en un diálogo abierto por definir rumbos y trazar metas en cada una de las estadías por nuestros contornos.

Lejos del imperio de las cotizaciones que tienen los terminados de las artes plásticas, todos sustentan, y así lo reafirman en las diferentes visitas, un apego a lo propio para reiterar el desprendimiento de lo personal que trascienda en la esencia de lo disfrutable en el otro.

Todavía, después de la ardua jornada de ayer en conversatorios sobre la plástica cubana contemporánea, ocurrido en Cifuentes, y las inauguraciones de Huellas y embriones, de Rodríguez Noa en el Centro de Patrimonio, y de Agua, tierra y fuego, muestra colectiva del Taller de Cerámica Mirta García Buch, quedan instantes infatigables para este sábado y domingo, platos fuertes en los que convergen todos los visitantes, con partes de sus últimas elaboraciones, así como Zaida del Río, Duvier del Dago y Aida Ida Morales en una presentación única en Zuluetas.

La estimación por cuánto queda, persiste en la memoria colectiva, de ahí la huella que Viaje a la Semilla, alejada de cualquier incomprensión, traslada con asiduidad hasta nuestras ciudades, como prolongación del silencio artístico o las exposiciones artísticas que se suscitan en instituciones capitalinas o de cualquier parte del mundo. De todo, el reconocimiento por hacernos partícipes de la distinción de las particularidades estilísticas o vivenciales de otra insustituible sierva de la historia.  

 

 

 

  

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