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CHE GUEVARA, FLOR DE VIDA

CHE GUEVARA, FLOR DE VIDA

 

 

El Mausoleo a los combatientes del Frente de Las Villas en detalles.- Otra parte de la memoria fecunda la Historia contada a partir del  6 de abril de 1987, fecha en que comenzó la construcción civil de la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara; el 28 de diciembre del siguiente año fue inaugurada por Raúl; obra de muchos villaclareños en la otrora Loma de la Tenería.

 

 

 

Por Luis Machado Ordetx

 

 

 

Allí, donde el Che, con el sol en plena frente, enrumba la mirada a Caballetes de Casas, en el Escambray, sitio de su Comandancia, y se detiene en  Sudamérica, territorio de las incansables ideas libertarias, brota ahora otra flor de vida: el Mausoleo erigido como recinto interior, de reposo y respeto, para preservar la memoria de todos los combatientes del Frente de Las Villas, constituido en el macizo de Guamuhaya el 16 de octubre de 1958 tras la integración de las fuerzas de la columna 8 "Ciro Redondo", del Directorio Revolucionario "13 de Marzo" y el grupo de combatientes del Movimiento 26 de Julio operaban en la serranía central.

 

 

La Plaza, inaugurada en 1988, fue concebida para que ningún elemento que se introdujera después llegara a competir con el Monumento y la efingie del Comandante argentino-cubano; 9 años después se concluyeron el Memorial donde reposan los restos del Che y su Destacamento de Refuerzo, y también la Plazoleta de atrás. Ahora se funda el Mausoleo, definido por el sentido de infinitud, y de eternidad a partir de la belleza de lo natural propiciada por la trascendencia simbólica con el tipo de plantas, la coloración del follaje y de las floraciones, como expresión de hidalguía, en predominio del verde, de la esperanza y la fe en el mejor de los  futuros posibles.

 

 

El espacio es único de su tipo en un entorno urbano, y abarca casi 0.5 hectáreas en un relieve accidentado que desciende unos cuatro metros desde las inmediaciones del Monumento hasta el vial de acceso; cercano e integrable al Conjunto existente, al relacionarse directamente con la estatua, eje principal de la Plaza.

 

 

Blanca Hernández Gibernau, fue la arquitecta-proyectista principal que laboró junto a un equipo de especialistas para crear la idea constructiva. Graduada hace 43 años por la Universidad de La Habana, jamás imaginó, a pesar de formar parte de todos los proyectos incluidos en Plaza-Monumento-Memorial     -en equipo integrado por el escultor José Delarra, y el arquitecto Jorge Cao-, involucrarse este empeño.

 

 

Su experiencia profesional, auxiliada de un equipo de expertos de la Empresa de Proyectos del MICONS en Villa Clara, impusieron una ruta a su actividad creativa. No importa que ahora goce de una jubilación laboral; aquí y siempre estará dispuesta, con humilde compostura, a validar soluciones y colaborar en similares misiones. Ella es un orgullo de mujer marcada por su innegable talento.

 

 

 

                               TRIBUTO AL COMBATIENTE

 

 

 

¿Cómo surge el Mausoleo?

 

 

-         Esto jamás se pensó. En diciembre de 2005 el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, después de valorar distintos lugares, pidió que se analizara este relieve; desde arriba de la Plaza hasta abajo hay casi 4 metros; había que imponer ingenio. En febrero del siguiente año concluimos  las conceptualizaciones.

 

 

 

¿Partieron de algunas experiencias?

 

 

 

-         Si, se visitaron los Mausoleos del II y III Frente, en zonas orientales, y por antítesis se llegó a la fundamentación que debía primar aquí. Allá están en plenas montañas, con un paisaje extraordinario, y los proyectistas tomaron ese ambiente y lo incorporaron al diseño. Nosotros fuimos al uso máximo de materiales naturales; a la composición total definida por el Conjunto Plaza-Monumento y en especial el Memorial en aras de concebir un entorno interior de parque-jardín formado en 4 terrazas inclinadas (3 superiores de 6 metros de ancho cada una), en las que se ubicaran 220 nichos en medio de caminos de lajas y dentro hay franjas de césped con acentos puntuales de flores.

 

 

 

¿Aquí abunda el color?

 

 

 

-         Es un parque interior, un jardín; en el eje central colocado entre las palmas reales -igual número de las 28 existentes en la Plaza, predomina el área verde, y la cifra de plantas evoca la fecha natalicia del Che, 14 de junio de 1928, pues también 14 y 14 son 28-; y en el muro que sirve de guía, en la parte principal, aparece la frase "Unir es la palabra de orden. Juntos estamos dispuestos a vencer o morir", rubricada en el Pacto del Pedrero el 1ro de diciembre de 1958. Al lado, hay una réplica del Escudo Nacional, fundido en bronce, de casi media tonelada de peso, obra del escultor Amaury Mederos Álvarez.

 

 

 

 

«El Mausoleo está rodeado de lajas o piedras de 2 metros de altura cubiertas por enredaderas con grupos de árboles en el exterior. En el interior predomina el verde oscuro del follaje de la Palma Real; el empleo de setos de vicaria blancas, rosadas y liláceas, la Acalifa roja, de flores amarillas, al igual que la Copa de Oro, así como la Begonia -con su intensidad rosada-, la Lágrima de Cupido, y el Embeleso; mientras que en los muros se ubicaron Bouganvilleas, Estrella del Norte, Piscuala o Jazmín de Manzana y la Clara Lisa. Afuera, todo armoniza con  bosquecillos con Cardenales, Framboyán azul y amarillo, y  también Ocujes.

 

 

«El muro protector y sus intercepciones, se pensaron para que las enredaderas lo sobrepasen, lo desborden, y viceversa; y llegará un momento en que no se vean; están ahí, pero no se observarán como paredón, sino límites verdes, en  movimiento. La vegetación aquí se repite por fuera en cada entrada.»

 

 

 

                                 LA PATRIA Y SUS HOMBRES

 

 

 

Blanca Hernández  Gibernau camina sin importarle el implacable calor de la tarde; habla con voz rauda y precisa; sabe qué y por qué lo dice; cree que aquí está el fruto colectivo de la tenacidad, de la exigencia de los inversionistas, y otro triunfo de la Arquitectura Cubana dispuesta a preservar la memoria de la patria.

 

 

 

¿Y los nichos?

 

 

 

-         Son 220, con tapas y frente de mármol rojo de Real Campiña, y enchape de piedra Jaimanita en laterales y fondo. Tienen una placa de bronce con el nombre y apellidos del  o la combatiente, así como sus fechas de nacimiento y muerte y el grado militar, en caso de ostentarlo. Todo ofrece la posibilidad del recogimiento íntimo, de solemnidad y respeto. No hay cantidad fija de nichos por terrazas, pero a partir de la Llama Eterna existe una simetría, y la es distancia fija entre ellos. Quedan como en una escalera en cuatro terrazas marcadas por una diferencia de un metro. En el extremo en la entrada encuentras una rampa que sube. Las terrazas tienen escaleras en distintos puntos, y una pendiente que busca la rampa. A la vez hallas un camino largo para llegar a cada nicho sin  que impere el escalonamiento.

 

 

 

¿Contemplo la Llama Eterna?

 

 

 

-   Se alza en la zona central del recinto, unida en su significado a la existente en el Memorial, con igual expresión y relacionadas físicamente; rodeada aquí de  mariposas blancas, nuestra Flor Nacional. Todo lo que observas tiene un toque de parque-jardín; obsesión propia de cuando proyectamos la Plaza y el Memorial, porque eso va de la mano de la Arquitectura;  como en el Memorial, aquí también resulta esencial la vegetación; despierta confianza y transpira calor humano.

 

 

«El Mausoleo tiene una iluminación con efectos; de ambientes naturales, y destaca el área verde, sobre todo de día y de noche -con el empleo de reflectores-, y el resultado da una vista del conjunto. Las 28 palmas están colocadas en dos líneas; una indica el camino hacia el pedestal y el Memorial del Che; esa es la intención.»

 

 

Es casi las cuatro de la tarde del martes 6 de octubre; faltan dos días para la conmemoración por el aniversario 42 de la caída en combate del Che en Bolivia, y desde el sitio en que estoy en el Mausoleo, percibo la estatua del Guerrillero de América en compañía de Hernández Gibernau; imagino al argentino-cubano en la concepción definitiva que le imprimió el escultor Delarra, pero quedan otras preguntas a la proyectista, y hago una última.

 

 

 

¿Cómo se sintió en esta última encomienda?

 

 

 

-Entusiasmada y comprometida; con un impresionante equipo de colaboradores, de especialistas; y convencida y consciente de que las  ideas conceptuales se materializaron en una medida u en otra: no podría negar un esfuerzo grande por parte de los constructores de Obras de Arquitectura e Ingeniería del MICONS -ECOAI 1-, y de los inversionistas, en especial del Dr Jorge García del Busto, batallador incansable, y quiero destacar eso. Es una obra de más de un año de ejecución, y hace seis meses estaba acabada; el Memorial duró un mes y medio, y allí hicimos todas las actividades. Ellos, los inversionistas, defendieron la calidad de la terminación. Ojalá que nuestro país tuviera siempre gente de ese calibre.»

 

 

En la lejanía, en la base del Mausoleo, tiendo la vista a la estatua del Che escapada de la postura hierática tradicional, y lo veo de espalda. Blanca Hernández Gibernau me mira de soslayo, y un pensamiento queda fijo: ahí está el Guerrillero, fusil en mano, presto a  confirmar siempre la flor de la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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