Blogia
CubanosDeKilates

VÍCTOR MESA, !HASTA ESO NO SALVA!

VÍCTOR MESA, !HASTA ESO NO SALVA!

Por Mayli Estévez 


Nunca antes alrededor de una final beisbolera, la afición se batió en otro campo que no fuera lo mero que suscitaba un partido. Un hombre ha impulsado como nadie la mitad de las raíces nacionales. En Matanzas lo afrocubano afloró y se adueñó de las gradas, en la mismísima llamada Atenas de  Cuba, convertida prácticamente en un Macondo, por aquello de las traquiñuelas del más allá. 


Y no es que una desestime, ignore o condene mito alguno, vale aquello de: cada cual con lo suyo. Aún así más de uno erró las cartas. 


En cada esquina del estadio Victoria de Girón, cada quien se ha convertido en su propio guía. Oyeron y repitieron. Y vienen los pollos muertos, leopardos agujereados, velas, cocos y jugo de naranja, como un festín en honor a cualquiera que les resuelva un partido a los Cocodrilos. Están encima del banco del Visitador y aquel hombre de rojo, ensimismado en esas prácticas que intentan el triunfo a costa de un recurso espiritual más que en los bates. 


Y suceden cosas que pueden ser normales, pero que la gente asocia: se apagó la torre del jardín y demoró el partido varios minutos. Y después, cuando ganó Villa Clara ninguna torre quería apagarse. ¡Uffff!  ¿Error técnico o mensaje en clave? La realidad es que a Matanzas ni un toque de bola, ni el corrido y bateo, ni el pitcheo le ha funcionado. Y a pesar de esto hay quienes por cuestiones de fe dicen que alguien está invocando al más allá para que ocurra el milagro. 


Bien valen todos estos hechos del folclor que en definitiva son inherentes a la mezcla de razas y culturas que resurgieron en esta final beisbolera, como un toque más de esa amalgama de espiritualidades. Y que casualidad, que esto reaparece con Matanzas. ¿Obra de un babalao? 

0 comentarios