FANFARRIAS POR GARCÍA CATURLA
Un letargo indefinido para su reapertura, luego de las averías que provocaron en la construcción del Hotel Camino del Príncipe, sufre el Museo-Casa Alejandro García Caturla. Nadie en Remedios, o cualquier parte de Cuba y el mundo comprenderá porqué tantas intervenciones en la cubierta de ese inmueble Patrimonio Nacional no tienen la más efectiva realización. Acaso, premura-chapucería se aliaron para dejar “ciega a la luz” pública los tesoros documentales y musicales de unos de los más importantes compositores de todos los tiempos. Esas constituyen paradojas de nuestra época. El corre-corre y la incompetencia profesional deja sus huellas, y luego se convierten en grietas que nadie, por "arte de magia" o voluntad, podrá contener sin la revisión minuciosa del porqué ocurren esos sucesos previsibles.
Por Luis Machado Ordetx
Las festividades que cerrarán el medio milenio de San Juan de los Remedios, en Villa Clara, están por llegar. No obstante, muchos piensan que el jolgorio popular del 24 de junio, día de San Juan Bautista, Patrono, reclama que con mayor estridencia resuenen los acordes de la «Fanfarria para despertar espíritus apolillados», la irónica composición de García Caturla.
Razón no falta en el pensamiento de muchos coterráneos. En lo espiritual, el músico asesinado en 1940, pugna todavía contra la modorra, cierta actitud institucional que limita una mayor difusión de toda la proyección vanguardista y cubana que forjó, desde un ambiente “quijotesco”, para la historia de la humanidad.
El artista, uno de los cubanos más universales en la creación musical, la inventó esas sonoridades, y las llevó al pentagrama, con el anhelo de “sacudir cualquier tradicionalismo” imperante en sitios poco cosmopolitas del país. De igual modo lo hicieron Amadeo Roldán y José Ardévol a principios de los años 30 del pasado siglo. Buscaron desde lo propio torcerle el cuello a la mojigatería burocrática y de apacibles auditorios.
Eran una alerta. Funcionaron como “grito” de rebeldía contra la inercia institucional y artística. Ahora, por supuesto, desearíamos escucharlas nuevamente por plazas y parques que vieron desandar al coterráneo e ilustre creador de San Juan de los Remedios, la Octava Villa de Cuba que llega a los 501 años de existencia.
Hay razones que todavía persisten y están relacionadas con el juez-compositor: una pereza apagó durante los últimos 20 meses las habituales labores públicas y culturales del Museo-Casa, sitio que durante dos décadas atestiguó sus desvelos irreverentes en la abogacía y las artes. Allí existen valiosas colecciones de documentos y objetos de su acontecer musical, o profesional, y otros relacionados con la historia de creadores de ese territorio, uno de los más prolíferos en el ámbito cultural de la región central.
El San Juan Bautista se instituye en el más original momento para las fanfarrias. Será necesario que retumben los silbatos, campanas, tambores y timbres diversos frente a la desidia que durante mucho tiempo desatendió las reparaciones constructivas en paredes y cubiertas sujetas a filtraciones de lluvias.
Las insuficiencias técnicas en la edificación de un inmueble para el turismo foráneo, el hotel Camino del Príncipe, dañaron la cubierta contigua. La apertura del hospedaje, en junio pasado, paralizó de manera indefinida la suerte del Museo-Casa Alejandro García Caturla, Patrimonio Nacional. Desde noviembre de 2014 el Consejo Técnico de esa institución desmontó todas las colecciones, y decretó la clausura para observaciones públicas de extranjeros y residentes cubanos.
La Cultura local perdió un baluarte expositor, y su economía, obvio, se afectó. No reportaría ingresos monetarios por la entrada de visitantes ávidos de conocer riquezas espirituales y materiales referidas con el genial compositor y a otros creadores y agrupaciones de ese territorio.
REPARACIONES INTERMITENTES
Brigadas de constructores de Turismo en Villa Clara en tres ocasiones trataron de restañar las deficiencias iniciales. Eran los causantes de un “mal” que todavía no tienen una total terminación. Hicieron, incluso, hasta un simulacro de “bombardeo” de agua para probar la efectividad del trabajo.
Después de algunas intervenciones en la cubierta, y el acondicionamiento en pinturas de paredes y hasta de adecuación de los baños sanitarios o de servicios de agua en esas habitaciones, reabrirá sus puertas el Museo-Casa. No se sabe cuándo, alertan los especialistas empeñados en conservar y socializar el patrimonio histórico que protegen.
Los gastos en la reparación del techo fueron a la cuenta del Turismo, inversionista que restringió las funciones de la institución de Cultura. Ese sector se responsabilizó con las adecuaciones interiores. Sin embargo, a pesar del tiempo que transcurrió, hay paredes muy húmedas que no permitirán en sus cercanías la ubicación de muebles o documentos y pertenencias personales del más universal de los remedianos.
Las dos salas que acaparan la atención de la infancia y labor artística de García Caturla no se abrirán durante un período prolongado. Aguardarán a que las paredes pierdan la transpiración acumulada por las lluvias y los estragos que dejaron los constructores del hotel, quienes ubicaron los dispositivos metálicos encima de la cubierta de tejas criollas que protege el techo del inmueble cultural.
Un mes atrás ejecutores de Turismo prometieron rehabilitar los cuadrantes del falso techo, un desprendimiento evidente debido a las filtraciones. Una inspección ocultar reciente demostró que la institución espera por esos elementos decorativos, y por las luminarias exigidas a Cultura, sector al cual pertenece.
El despacho que utilizó el juez-compositor durante parte del ejercicio profesional en su ciudad natal, no dispondrá de cuadros colgados en la pared. Con eso evitarán los deterioros que deja la saturación en paredes.
Todas esas dificultades forzaron a directivos del Museo-Casa Alejandro García Caturla a idear un programa para limitar la entrada a zonas expositoras específicas. En el caso de los extranjeros no se cobrará el servicio de explicación dirigida o espontánea de los especialistas. Tampoco a los foráneos podrá colectarse por las fotografías que decidan tomar. El servicio será incompleto.
Eso, por supuesto, afectará la economía del sector al dejar de percibir ingresos que se revertirían en fondos para sustentar el mejoramiento constructivo de otros inmuebles del territorio. Por cierto, muy deteriorados. No se trata solo de cálculos monetarios. Están otros mayores: pérdida en la difusión de la riqueza de la Cultura cubana y el esplendor espiritual de quien concurre para apreciar los dignos valores universales de García Caturla y sus coterráneos.
De acuerdo con reportes más de 400 000 turistas extranjeros recorrieron en los primeros meses de año escenarios históricos, naturales y culturales de la central provincia de Villa Clara. En 2014, y lo que va del actual, ninguno traspasó el umbral del Museo-Casa de Remedios. Muchos mostraron su desencanto, y otros asombros al contemplar que allí, donde se reúnen los valores musicales y el prestigio universal de García Caturla, las puertas estaban “vedadas” por inusuales causas de marcada índole subjetiva.
Nada. Después de 20 meses de espera una instalación Monumento Nacional, con objetos y documentos de probado rango patrimonial, reclama que los acordes estrepitosos de aquella fanfarria, la de García Caturla, resuenen nuevamente en el San Juan Bautista, recordación de aquel 1545 cuando la Octava Villa de Cuba dispuso de Ayuntamiento y su primer gobierno local.
Con ceremonias de profundas huellas histórico-culturales, será este 24 de junio un momento inigualable para animar a los «espíritus apolillados» que todavía dormitan en Remedios, tal como describió el contexto musical del exigente García Caturla, y en su Museo-Casa queden restañadas todas las deudas que limitan la exhibición de un esplendor documental único e irrepetible.
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pedro -