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LITOGRAFÍAS DE LAM

LITOGRAFÍAS DE LAM  

Por Luis Machado Ordetx

 

La otrora Villa del Undoso arribó el pasado sábado a los 195 años de fundada, ocasión en que el fantástico Wifredo Lam, el surrealista universal, el recreador de la mitología, del contexto caribeño y  de la historia de nuestros ancestros, nuevamente recorrió como un fantasma las amplias calles colmadas de bicicletas, el transporte individual que allí, al igual que Cárdenas o Caibarién, constituye un atributo insustituible de la psicología y la idiosincrasia de esa gente sencillísima de trato y de gesticulación en el andar por los sombrajos de las plazas o de las amplias aceras.

 

En la céntrica Galería de Arte sagüera, por iniciativa de Alexis Leyva Machado (Kcho), se exhiben desde comienzos de semana las 12 litografías que hizo Lam en 1976, inspirado en el cuento «El último viaje del buque fantasma», texto en que Gabriel García Márquez recreó, como en sus novelas, la ensoñación de la realidad prendida del realismo mágico.

 

En 1978 esas piezas se mostraron a los cubanos en el Museo de Bellas Artes, de La Hababa, y  luego fueron apreciadas en Barcelona, España, lugar donde permanecieron durante tres décadas, para en el presente, sustentar junto al personaje narrador de García Márquez: «Ahora van a ver quien soy yo,  se dijo, con su vozarrón de hombre, muchos años después de que viera por vez primera el trasatlántico...», porque ante el mundo el chino pintor nuestro aún tiene cosas que declarar en su lucha «silenciosa» frente a los males que asfixian al hombre.

 

Las flechas en vuelo, como recordando las historias de corsarios, piratas y filibusteros por nuestros mares, y tal vez el momento del mítico enfrentamiento entre Gilberto Girón y Salvador Golomón, en Espejo de Paciencia, de Silvestre de Balboa -expresión inicial de la Literatura Cubana-, aparentan la máscara de caballo,  la significación de los orishas, la historia de las ciudades convertidas en fortalezas, y también el jolgorio de las idiosincrasias que afianzan el Caribe y las islas que lo nutren.

 

Allí, otros siete artistas cubanos exponen una muestra representativa de todo lo que lega la obra de Lam, fuente inspiradora de Ernesto Rancaño, Vicente R. Bonachea, Eduardo Abela, Sándor González, Ibrahím Miranda, Javier Guerra y el propio Kcho, en esa manera particular de perpetuar a un Maestro Inmortal.

 

1 comentario

Jesús Angel -

Lo que se hace en la ciudad cubana de Sagua la Grande no ha de quedar en los límites de las exposiciones locales. Esta nota invita y provoca a que el pulso surrealista de Lam siga traspasando fronteras. Sus litografías merecen alcanzar el universo de los que aman la maestría de Lam en otras partes. Enhorabuena por las cosas de hace CubanosDeKilates en el noble empeño de preservar la riqueza cultural de otros tiempos. Esta nota acerca a la inmensidad de un Wifredo que pertenece, en definitiva, a este mundo.