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GIANNI MINÁ AL DESNUDO

GIANNI MINÁ AL DESNUDO

-Confesiones del destacado documentalista y periodista italiano Gianni Miná [Turín, 1938], tras su paso por Santa Clara.-

Por Luis Machado Ordetx

Respira profundo; desprovisto de los imprescindibles espejuelos contempla el relieve con la imagen del Che; está frente a su nicho funerario sin perder por un momento la posición de firme con los brazos extendidos y cruzados hacia delante.

 

Quien lo contempló en su intimidad, comprende que el periodista europeo más conocedor y divulgador de la historia contemporánea escrita desde el Sur del Río Bravo a la Patagonia, no faltará en Santa Clara a un solidario tropiezo con el Guerrillero de América, instante que aprovechó para compartirlo con la familia   -la esposa y las dos hijas nacidas del matrimonio de la madurez-  y el equipo de realización cinematográfica que siempre lo acompaña en el descubrimiento de la historia, la cultura y las realidades más inminentes que persisten en individualidades políticas y en colectividades de los pueblos.

 

Miná estuvo en nuestra ciudad; habló de documentales anteriores, unos 70 en la carrera profesional de más de medio siglo de periodismo televisivo y escrito; también de los intercambios con Fidel -Un día con Fidel (1987) y Fidel cuenta el Che (1990)-; sustentó aspectos del periodismo que emprende, del goce por el jazz, la bossa nova y la samba, y de los cambios hacia la izquierda que ocurren en el Continente; de los proyectos próximos -la filmación de «Cuba en la época de Obama», a la vez que, en diálogo con periodistas villaclareños, mostró entusiasmo dicharachero, de sonrisa y el deseo de tragarse de un tirón todo el oxígeno  que almacenan los interiores y lugares aledaños al Complejo Escultórico «Ernesto Che Guevara», un símbolo viviente para el mundo, porque el guerrillero regresa siempre con algo más...

 

                            PROFESIONALISMO EN PRIMER ORDEN

 

Cuba regaló dos años atrás grandes premios, uno el Festival Internacional de Berlin, y otro en Sevilla, precisamente con los documentales-entrevistas a Fidel, y el acercamiento a la «Isla de la Libertad» y a América Latina, temáticas que le valieron inemistades en Italia y el mundo; pero Miná no cree en eso, pues «la información constituye un proceso arduo, serio y difícil, muy riguroso; el control de la noticia es para mi casi obsesivo y entonces con la verificación de los datos tengo la completa seguridad  que nadie podrá desmentir lo que digo, edito o escribo.

 

«Esos premios responden al proyecto «Cuba Memorys», por ser  excesivamente riguroso con la noticia, decir la verdad ante el mundo; no traicionar ninguno de sus aspecto -trabajo de días para la verificación-, y la lealtad a la ideas. Sí, cuesta mucho tiempo, y también claro, mucha antipatía por parte de algunas personas, porque desmentirte es muy espacial, y hacer que nadie en el mundo puede decir que esto no es así, significa el crédito de la vida y de toda la carrera profesional.

 

«Cosa asombrosa: el gusto por el jazz viene desde niño, de mi generación, y quería conocer el alma de todo ese tipo de música y tuve la posibilidad de hacerlo con los más grandes protagonistas de esta cultura. Mis amigos, a los que vuelvo siempre, fueron integrantes de los Beates, Rolling Stone, Dizzy Gillespi, Louis Strong, Ray Charles... Otros son políticos; y también deportistas, entre los que destaco a Cassius Marcelus Clay, a quien filmé un documental («Cassius Clay, una historia americana»), ya que cambió la historia de las relaciones del boxeo profesional con la sociedad de la comunicación: le hacías una pregunta e inmediatamente te respondía, "antes hay una condición de los negros de América, la batalla que estamos haciendo", y después contestaba. Trabajé con él casi quince años, un privilegio que abrió el corazón hacia Cuba, al acompañarlo en la visita que hizo aquí.

 

«De 1974, cuando viajé por vez primera a la Isla, quedé sorprendido; luego los diálogos con Fidel, los documentales basados en los testimonios de Pombo (Harry Villegas) y Urbano (Leonardo Tamayo) en la guerrilla internacionalistas en misiones de África y Bolivia; la utilización de imágenes de archivo en «El Che cuarenta años después» (1992) y «Un viaje con el Che Guevara» (2004), son cosas que inspiran a seguir al pie de la palabra y la historia.

 

«Ahora traigo a la familia, sobre todo a las niñas, para que vean que cuento en mis documentales, y sepan desmentir las campañas contra Cuba en medio de una ola de fascismo que se levanta en Italia. Ustedes tienen cosas extraordinarias, y siempre lo hago saber en mis materiales. Con Fidel grabé mucho, con este equipo que ahora me acompaña, y las entrevistas, a veces se salían del tono protocolar, llagaban a la confesión, a la camaradería; así tuve el honor de la confesión tan fuerte sobre la amistad con el Che;  con preguntas difíciles, íntimas, las cuales contestó con absoluta honestidad y esto creo dio al trabajo una importancia histórica que no esperaba.

 

«Antes de irme a Italia, albergo la posibilidad de encontrarme con Fidel en su permanente  estancia de estadista universal; un hombre a quien comienzas haciendo una entrevista oficial y al rato es un diálogo entre personas con mucho respeto mutuo; claro, lo sucedido con él, constituye un momento mágico, maravilloso, que cambió un pedazo de mi vida; y de pronto, en adelante, te reitero, tuve más amigos, pero también más enemigos. No obstante sigo fiel a Cuba y a América Latina.

 

«Digo más, Fidel siempre es coherente, y jamás cambiará; creo que América Litina se transforma; ya 10 naciones tienen un gobierno de izquierda o centroizquierda, cosa impensable un tiempo atrás: eso significa que la resistencia de Cuba, su sacrificio no fue cosa vana, sino importantísimo; en Ecuador y Bolivia ascienden al país coaliciones de indígenas que antes para nada contaron en esos países; sin embargo son el asiento de la historia.

 

«Están pasando cosas que sin Cuba fueran imposible; esto es la verdad y la historia lo reconoce; ustedes sufrieron mucho, y lo entiendo, pero creo que la humanidad que también sufrió en América Latina, no esperaban que por el sacrificio de Cuba todo esto podía cambiar. Eso y más tiene que reflejarlo, decirlo, y martillando el periodismo creativo y leal a la verdad.

 

Tal es el caso de los Cinco Héroes cubanos presos injustamente en Estados Unidos, causa que se quiere colocar como uno de los más grandes delitos; sin embargo, no es una causa ideológica, sino de derecho, de moral, de ética, y tengo la esperanza que el primer presidente negro de Norteamérica -hijo de un keniota-, entienda que es sacrificar la vida para que su pueblo viva en paz, más en momentos en que la situación del terrorismo organizado contra Cuba en la Florida llegó a un punto sin precedentes.

 

«La revista «Latinoamérica y todo el sur del mundo», que dirijo en Italia, publica artículos, crónicas, comentarios y... Ahí está la denuncia contra toda injusticia, la verdad frente a las atrocidades que cometen los gobiernos con amparo "legal", y el porqué América Latina se abre paso en la historia.»

                                         LA MANOS DEL AMIGO

 

Gianni Miná no quiere concluir el diálogo ameno que sostiene; apenas le queda tiempo para proseguir viaje hacia el oriente cubano donde tomará imágenes para el documental «Cuba en los tiempos de Obama»; todavía quedan días de estancia en Cuba, y al salir del nicho funerario donde reposa la historia viviente del Che y su Destacamento de Refuerzo, con los ojos humedecidos, en resuello brotaron las palabras: «Una historia, afortunados los cubanos que vivieron esta historia; no todos los pueblos tienen esta historia», y luego estampó en el libro de firmas de los visitantes: «Vine emocionado y me voy conmovido», un hecho sin precedentes que a cada instante reseña el profesional amigo.

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