URRIBARRES; MURIÓ
Por Luis Machado Ordetx
Rubén Urribarres Pérez, músico de profesión; hombre de Cultura, y cubano hasta los tuétanos, murió hoy en Santa Clara, víctima de un infarto cardiaco. Ayer tarde en la noche, durante el homenaje a la Orquesta de Música Moderna de Las Villas, se le vio batuta en mano, dirigir la agrupación integrada por jóvenes instrumentistas que recordaron esa efeméride que perpetuó el nacimiento de la institución en 1967.
Dos conciertos restaban por celebrar, pero ahora a los músicos cubanos los embarga un profundo dolor por la pérdida de tan imprescindible director orquestal.
Hoy, en Camajuní, su pueblo natal, sería el segundo de esos conciertos que, junto al showman Bobby Carcassés, recordaría los 43 años de la orquesta desaparecida en 1994. Mañana domingo estarían en Remedios, tercer y último encuentro para eternizar un camino renovador por la música moderna y el gusto por el jazz.
Ayer, frente a la orquesta, dirigió un repertorio adecuado a formato de jazz, entre los que apareció: “El Manisero”, “Esos Ojitos Negros”, “Drume Negrita” y “Hola Cuba”, textos imprescindibles en show artístico de trascendencia universal.
Nacido el 20 de octubre 1939, el Negro Urribarres, como lo conocían sus coterráneos de Camajuaní, comenzó a estudiar música a los 8 años en la Academia de su pueblo natal, bajo las enseñanzas de Conrado Monter Peñate y Emilio Vizcaíno.
En 1952 integró la Banda de Música de Camajuaní en calidad de trompetista, y años después se integró a similar institución del Ejército Rebelde, hasta que comenzó a estudiar la percusión cubana y se hizo timpanista. Luego figuró, graduado de director orquestal, frente al jazz band de los espectáculos de los cabarets “Venecia”, del Hotel Jagua, en Cienfuegos, hasta que asumió la conducción de la Orquesta Sinfónica de Las Villas, en la cual permaneció por más de dos décadas como Maestro Titular.
Su tránsito por instituciones cubanas, lo tuvo inmerso en los últimos años, a pesar de haber perdido sus dos piernas por un accidente vascular, como director de la Orquesta de Cámara de Villa Clara.
Antes, de 1971 a 1978, acogió la dirección titular de la Orquesta del Ballet Nacional de Cuba, y al acompañar las giras internacionales de esa compañía danzaria conducida por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, sintió predilección por los repertorios clásicos del romanticismo y el barroco.
Después de esas giras mundiales por más de una veintena de países, regresó nuevamente a Villa Clara. Antes, fue el maestro fundador de la Orquesta de Música Moderna, desde 1967 hasta 1972. El viernes, ante un formato orquestal idéntico al que creó en esa fecha, subió por última vez en el escenario del teatro “La Caridad”, en Santa Clara, recinto que innumerables veces lo tuvo como inspirador titular de la Sinfónica, así como de la Orquesta de Cámara de Villa Clara.
Fundador, además, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, gozaba del respeto de los profesionales del sector que decidieron tributarle hace años un sumo reconocimiento con la entrega del Sello de Maestro Laureado en las Artes.
El sepelio de Urribarres Pérez, director orquestal, compositor y arreglista, está previsto para este domingo en la necrópolis de Camajuaní. Durante este sábado, el pueblo de Santa Clara, afirma tributo a su cadáver expuesto en la funeraria “Las Villas”, radicada en la capital provincial.
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