RATIUM STUDIORUM EN LA DANZA
Por Luis Machado Ordetx
Otra vez los integrantes de la compañía Danza del Alma envuelven las calles céntricas de la ciudad con un ritual que insiste en la caracterización de la gestualidad corporal y su pluralidad de sentidos, como atributos a las cuestionantes más apremiantes que desenvuelve el universo del ser: un acercamiento y profusión de ideas, por medio del músculo y la valoración subjetiva de hechos —en caso particular—, a insistentes interrogantes contextuales estimadas dentro del acabado artístico.
Mañana, con la dimensión que congratula a todo el gremio de la Cultura, el Parque Vidal será anfitrión del desfile de las agrupaciones que intervendrán en «Para Bailar en Casa del Trompo», devenido suceso del montaje anual organizado por Danza del Alma desde la interpretación del intentio lectoris desde lo representativo del acontecer coreográfico. Allí estarán estudiantes de la especialidad pertenecientes a las Escuelas Vocacional y Profesional de Arte, así como Sacromonte, Oché, Nuestra América y Hechizo, dispuestos a instalarse en los recintos de la ciudad durante una semana.
Será también ocasión de tributar cálidos homenajes por las seis décadas de vida artística del Ballet Nacional de Cuba y de Marta Anido Gómez; una institución que perpetúa la Historia de la Cultura Cubana, y la otra, personalidad individual que trasportó a los aires danzarios, cuando era una joven, aquellos instantes posteriores a 1938 en que la pedagoga rusa Nina Feodoroff, en Santa Clara, ofreció los primeros conocimientos del baile académico.
El domingo, el colofón lo tendrá la exposición «Alma Desnuda», colección fotográfica que Carolina Vilches Monzón, artista del lente, inaugurará en el Centro Provincial de Patrimonio Cultural, en Céspedes número 10, tras concluir sesiones de trabajo con integrantes de la compañía que dirige el coreógrafo Ernesto Alejo Sosa.
La muestra está recogida en 22 fotografías en blanco y negro, con prodigalidad en labores de iluminación, gestualidad y sin artificios de manipulación artística y digital, tomadas en actividades preparatorias a la temporada artística.
También, según declaraciones de Alejo Sosa, habrá un homenaje al Grupo de Teatro Escambray, por las cuatro décadas de existencia, así como presentaciones del Proyecto Danzario Talares, de la Escuela Profesional de Arte «Samuel Feijóo», además de las individualidades coreográficas de Emodere, galardonadas en el certamen Danzandos, convocado por la ciudad de Matanzas.
Sin duda, las pulsaciones del destinatario se hallarán con desenconada virtud el próximo 20 de diciembre, cierre de la temporada; ocasión en que Danza del Alma ofrecerá los estrenos «Tanto para nada» y «Panes y peces», coreografías originales de dos de sus bailarines, junto a piezas tradicionales del repertorio, y otra vez los espectadores, ante la ausencia de un teatro, quedarán en la espera de idéntico escenario abierto en que el disfrute venga a todos por igual dentro del canon del ratium studiorum por la gestualidad y el arte.
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