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AJUBEL EN ABSOLUTA GARANTÍA ARTÍSTICA

AJUBEL EN ABSOLUTA GARANTÍA ARTÍSTICA

Por Luis Machado Ordetx

 

Ajubel, el lustrador, el siempre artista gráfico, casi seguro, a esta hora que asiste la  presentación de su libro Robinson Crusoe, allá en el Colegio Mayor Rector Peset,  siente un instante de nostalgia y de recuerdo cuando, un tiempo atrás, cruzaba la Plaza de la Libertad para recibir, en Sagua la Grande, la ciudad del Undoso, en la costa norte cubana, las lecciones de artes plásticas que impartían los pedagogos Manolo Guillermo Fernández García y José Ramón (Pepito) Núñez Iglesias.

 

Claro, jamás podría ignorar aquellos comienzos en que comulgó las lecciones sobre pintura en el Taller Libre de Artes Plásticas «Fidelio Ponce de León», ubicado en los contornos del Parque Albarrán, desde donde percibía el campanario de la Parroquial Mayor y la fachada de la biblioteca municipal, antiguo Centro Gallego o la acera ancha del Yacht Club. Por supuesto que tampoco olvidará las sendas recorridas por las calles anchas de su ciudad y el tránsito por el Puente El Triunfo, mucho menos el inicio como noctámbulo en vilo por el mundo de la caricatura impresa en el semanario humorístico Melaíto, sitio al que llegó a Santa Clara, para cultivarse junto a la tropa que liderea desde hace cuatro décadas el fraterno Pedro Méndez Suárez.

 

Allí Alberto, el flaco Ajubel tomó el sentido del olor fresco de la tinta impresa, del autoelogio a sus propias hechuras artísticas, las caricaturas, al contubernio con Celia Farfán, hasta con Mercedes Rodríguez, y también con otros colegas con los cuales sintió la placidez por todo lo que realizaba en horas infatigables de estudio y de trabajo, y el cultivo llegó hasta hoy, cuando otra vez percibe el tufo agradable, tierno y hasta virginal de los colores impresos en láminas de papel recreado en celulosa.

 

Antes fue a la carga con otro santaclareño, Joel Frank Rosell, empedernido escritor de historias infantiles y juveniles, y ahora, estrecha la mano a un habanero, oriundo de Mantilla, Leonardo Padura Fuentes, periodista y narrador inmerso en los vericuetos de las anécdotas detectivescas; de ahí lo inseparable que siempre lleva a Ajubel a delatar con orgullo a sus ancestros.

 

Media Vaca tendió la mano y Ajubel y Padura la aprovecharon en toda explicitez, y brotó el hijo, ese que ahora exhiben con el mayor de los beneplácitos en la Sala de la Muralla del Colegio Mayor Rector Peset, en Valencia, justo en la Plaza del Forn  de Sant Nicolau, sitio en el cual los amigos que le queremos, de seguro tendremos cabida en una cita que siempre se merece: el encuentro con el libro como fuente inagotable de la que brota la más inconfundible de la sabiduría humanas.

Allí está en www.ajubel.com, y con seguridad, usted, al igual que yo, notará el por qué, el el artista, el sano instinto conlleva a la consagración, como el que situado justo en la excelencia de la hora sabe colimar con absoluta precisión. 

1 comentario

maikel -

MUY BUEN ARTICULO SOBRE AJUBEL. ES BUENO QUE SE PROMUEVA MAS EN EL MUNDO A NUESTROS CARICATURISTAS E HISTORIETISTAS. SOBRE TODO LA HISTORIETA QUE ES UN GENERO OLVIDADO, LA CENICIENTA DE LA GRÁFICA CUBANA. ME GUSTA MUCHO ESTE BLOG, SOLO TENGO UNA PEQUEÑA COSA QUE CRITICAR DE MODO CONSTRUCTIVO. COLÓN NO DESCUBRIÓ NADA, YA NUESTRO ARCHIPIELAGO EXISTIA AL LLEGAR LOS EUROPEOS. YA NUESTRO ARCHIPIELAGO TENIA HABITANTES CON SU CULTURA Y MODO DE VIDA QUE FUE EXTERMINADO. POR ESO LES SUGIERO NO USAR LA PALABRA DESCUBRIMIENTO SINO ENCUENTRO DE CULTURAS AL REFERIRSE A LA LLEGADA DE COLÓN. ES ALGO ACEPTADO POR TODAS LOS ESTUDIOS MODERNOS.