EL GUAYABERO, SALAMANCA Y MELAÍTO
Por Luis Machado Ordetx
¡Coño!, subir allá a lo alto. Del carajo para adelante. Seguro le “parto la cara a Marieta”, exclamó Faustino Oramas Osorio, cuando en la tarde del viernes 20 de marzo de 1989 traspasó el umbral de Vanguardia dispuesto a recorrer 41 escalones hasta la redacción. Alguien recordó que faltaban otros peldaños a la escalera, pero que no eran de granito pulido.
El Guayabero refunfuñó socarrón e irónico:
—¡Hasta dónde me llevan ustedes!, alertó sentencioso luego de observar la botella de ron que llevaban sus anfitriones.
—¡A Melaíto!, dijo Pedro Méndez Suárez, director y humorista del suplemento.
La edición del domingo recogió la historia con el título: «Humor y Amor del Guayabero: Nunca digo lo que otros piensan», entrevista suscrita por Pedro de la Hoz, con fotografías de René Rodrigo Ruano (Ener) y una ilustración de Méndez Suárez, Allí, en apretada síntesis, el holguinero, luego de ingerir unos licores, contó sobre su instrumento: «mi vida, mi almohada, mi mujer», así como pasajes de su vida y fórmulas para componer e interpretar la música cubana.
—«Una sola vale para todo. Si usted es de los que hacen música para ganar un sueldo, no será en su vida artista. Hay que poner amor. Y no creer que se las sabe todas, porque siempre alguien sabe algo que usted desconoce», sentenció mientras limpió la garganta con un trago de alcohol. También habló del tres, su instrumento, necesario para tomarle el pulso al montuno.
Alguien, no recuerdo quién, alertó, y «ahora cómo se va el Guayabero escaleras abajo», y de inmediato como el que está a la escucha de todo, precisó tajante y también irónico, dos momentos definitorios en su personalidad artística:
—«¡No se preocupe usted!, lo haré con estas piernas largas y el paso lento y cadencioso que siempre me acompaña. De lo contrario, ¡para que están ustedes aquí! ».
Esa fue la despedida de una tarde inolvidable con el Guayabero, un compositor e intérprete de ensueños.
¡MOCHA EN MANO!
Un sorprendente dual meet entre Juan Antonio (Bobby) Salamanca y Argelio García (Chaflán), el mago de la oralidad humorística cubana aconteció en las inmediaciones de un ingenio azucarero villareño. El narrador deportivo recordó instantes del campeonato mundial de béisbol que coronó a Cuba en tierras de República Dominicana.
No faltó la mención a las proezas de los jugadores, y en especial de Gaspar (Curro) Pérez con los hits de oro, así como al desempeño de Lázaro Pérez, Owen Blandino, Silvio Montejo, José Antonio Huelga y Rolando Macías, ídolos del territorio central en aquellos partidos de finales de agosto de 1969.
Por momentos Chaflán ripostó “Con sombrero y sin sombrero”: «¡Azúcar, abanicando!, en el conteo de los strikes, y ¡Chirrín-chirrán!. Entonces Salamanca soltó una expresión emotiva, aguda y simpática: «Lo tiró para la tonga», y «el pez mordió el anzuelo», al anunciar que acabó de cortar la última caña de la faena voluntaria. Ambos sonrieron junto a otros invitados al Encuentro de Humoristas Cubanos, único de su tipo en el país hasta esa fecha, según declaraciones de participantes y las informaciones y entrevistas que recogen las páginas de nuestro periódico.
Todos celebraron los primeros 12 meses de existencia del suplemento humorístico villareño. La convocatoria incluyó debates teóricos y exposiciones al pie de los cañaverales, áreas industriales y el batey del ingenio Carlos Baliño, en la entonces regional Santa Clara. El suceso trascendió entre el 19 y el 21 de diciembre de ese año. Acogió a los anfitriones de Melaito, representantes de Palante y DTT, y a creadores aficionados.
Los materiales gráficos y las inscripciones se recibieron en el Centro de Información de la Prensa, perteneciente al DOR del Partido, en Carretera Central esquina a calle 5ta, en la Vigía, dependencia que “socorrió” por un tiempo el quehacer estacionario de los caricaturistas villareños.
El lema del certamen fue «Afilando el lápiz con la mocha», concepto del humorismo cubano. René de la Nuéz, director de Palante, fue de los primeros en llegar acompañado de Luis Mitjans, creador de la “Peccata minuta”, así como del ranchuelero Gustavo Prado, Pitín, y otros colegas de DDT que guiaron los pasos de Melaíto en su formación artística, de diseño y difusión de caricaturas impresas, o de la circulación gratuita —por entonces— de todo lo publicado a ávidos lectores.
El aguerrido humorista Pedro Méndez Suárez da vuelta a su memoria y precisará el soliloquio aquellos instantes de gestación del suplemento y del inusual convite a la vera de un cañaveral. El sábado 13 de diciembre Vanguardia recogió declaraciones de Bobby Salamanca, y el narrador deportivo confesó que «Melaíto suena a humor y suena a trabajo, a zafra. Humor que destila dulce, no veneno, y que le dice al pan, pan, y al vino, vino, con ese lenguaje simpático y constructivo que llega a las multitudes». Otros participantes dejaron sus impresiones orales recogidas en ediciones sucesivas del diario, lugar en el cual, de un modo u otro, reciprocó a con agrado a los inusuales y aparentemente irreverentes colegas.
En el Carlos Baliño, del actual Santo Domingo, aconteció un hecho antológico. Ante la mirada sorprendida de trabajadores azucareros, residentes y movilizados en la Zafra de los 10 Millones, se pintó de manera colectiva el primer mural que tiene la historia del humorismo cubano. Allí los caricaturistas y hacedores de la oralidad “criolla” se despojaron de porrones, guantes y mochas de ocasión, y tomaron los pinceles y las latas con tintas de diferentes colores para plasmar sugerentes imágenes.
Pregunto por aquella legendaria pared. Pocos las resuenan en el tiempo ido. Hasta las fotos desaparecieron. Gracias a las páginas de Vanguardia reconstruyo el escenario: crítica puntual a la indisciplina y la desorganización laboral. También “sacaron punta al lápiz”, mejor a los pinceles, contra la mediocridad, la burocracia y la improductividad, temas constantes del humorismo nacional.
Durante esos días hubo jolgorio en el ingenio. Por las mañanas a los cortes de caña. En las tardes a talleres de creación artística, y en las noches a confraternizar con los pobladores. Hablaron de las fortalezas que asume Melaíto en el quehacer humorístico, y de la gestación de Chin-Chin, en Pinar del Río; de Van-Van, en Matanzas, y de Cocuyo, en Camagüey, así como de Ban-Gan, en Oriente, con lo cual se cerraba un ciclo de publicaciones especializadas. El domingo 21 de diciembre fue de bullicio conclusivo: un cake gigante por la histórica reunión.
1 comentario
chris h -
Register in comments: blog name; blog address; and country
All entries will receive awards for your blog
cordially
Chris
http://world-directory-sweetmelody.blogspot.com/
++++++
Hola! Pero sólo una invitación para unirse a nosotros en "Directorio de Blogspot" para hacer tu blog en 200 países
Registrarse en los comentarios: nombre del blog; la dirección del blog; y el país
Todas las entradas recibirán premios para tu blog
cordialmente
Chris
http://world-directory-sweetmelody.blogspot.com/