Blogia
CubanosDeKilates

MÚSICOS ENTRE CANARIOS

MÚSICOS ENTRE CANARIOS

Por Luis Machado Ordetx

Por instalaciones de Santa Cruz de la Palma, Isla Canarias, anda el  Quinteto Criollo en constantes exposiciones del festival «Sabor a Cuba», promocionado por el proyecto Son y Salsa Agroturs Canarias S. L, y de acuerdo a puntualizaciones del sitio digital www.agroturs.com, el delirio de los habitantes y turistas de allí corre al unísono de las canciones que interpretan Ernestina Trimiño y Juan Campos, acompañados de los acordes instrumentales de Pedro Pérez Quintero (bongóes), Alberto Arteaga Gutiérrez (laúd) y Mario Manuel Gutiérrez Díaz (contrabajo), quines hoy actúan en la Sociedad Atlántida de San Pedro, en Breña Alta, sitio al que concurrirán, como un «arrastre de mar», muchos admiradores de nuestra música tradicional campesina y trovadoresca.


El empresario Herbert Eppelsheimer es el patrocinador del encuentro, dice un email de Mario (Mayito) Gutiérrez, recién llegado a la redacción Cultural de Vanguardia, el cual subraya: «Siento el orgullo de integrar un colectivo de músicos que se fortalece y se une cuando sale a cumplir cualquier misión cultural fuera de nuestras fronteras y actuamos aquí con el mismo amor y calidad con que lo hacemos en Caracas, Cifuentes, Maracaibo, Guaracabulla, Tobago, Placetas, San Juan de los Morros, Calabazar de Sagua, Santa Cruz de la Palma o La Habana. Para nosotros todos los públicos son iguales y merecen respeto».


Hasta el presente, el Quinteto Criollo, después de cumplir en abril 12 años de existencia, hace su primera salida a España luego de cumplir los primeros compromisos internacionales en Venezuela y Trinidad y Tobago, y de acuerdo a partes informativos, tuvieron presentaciones recientes en una emisora de radio de La Palma, con transmisiones en FM, así como en la Casa de Casa de Cultura El Paso; ofrecieron un concierto en San Andrés y Sauces -junto a los poetas espirituanos Raúl Herrera y Roberto Pérez-, y anteayer acudieron de invitados al Teatro Chico, en Santa Cruz,  mientras el viernes intervinieron  en la Villa de Teror, en Gran Canaria.


Una vez más, nuestra música, esa que late del folklore guajiro, y también de la vital tradición trovadoresca de principios del pasado siglo, hace justa gala de ensoñaciones entre el público hispano; incluso, capaz de barrar fronteras idiomáticas, deja un contagio sonoro del cual nadie escapa en el despeje jerarquizante del tímbre, la melodía y la metáfora engalanadora.

A eso, por supuesto, siempre tiene acostumbrado cada actuación sencilla y embrujadora del Quinteto Criollo villaclareño.

 

0 comentarios