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FRANZ ROSELL DESDE EL CALIDOSCOPIO INFANTIL

FRANZ ROSELL DESDE EL CALIDOSCOPIO INFANTIL

Franz Rosell, Joel (Cruces, Cienfuegos, 1954).- Uno de los más prolíferos escritores cubanos en literatura infantil y juvenil. En en su curriculum aparecen: "El secreto del colmillo colgante" (1983); "   De los primeros lejanos tiempos la lechuza me contó" (1987); "Los cuentos del mago y el mago del cuento" (1994); "Aventuras de Rosa de los Vientos y Juan Perico el de los Palotes" (2004);  "Vuela, Ertico, vuela" (1997); "La literatura infantil: un oficio de centauros y sirenas" (2001); "La Nube" (2001); "La tremenda bruja de La Habana Vieja" (2001); "Mi tesoro te espera en Cuba" (2008); "El pájaro libro" (2002); "Javi y los leones" (2003); "Pájaros en la cabeza" (2004); "    La leyenda de taita Osongo" (2006; 2007; 2010); "La canción del castillo de arena" (2007); "Don Agapito el apenado" (2008); "Exploradores en el lago" (2009) y "La bruja Pelandruja está malucha" (2010), entre otros textos narrativos e investigaciones literarias.

El texto que aparece a continuación es una reseña crítica presentada en el Encuentro Debate de talleres Literarios del municipio de Cifuentes, Villa Clara, Cuba.

Por  Daimaralys Jovas Gallart (Estudiante de la ESBU “Antonio Guiteras Holmes”, Cifuentes, Villa Clara).


El mundo de negros y blancos está concebido con destreza en esta historia que cuenta Joel Franz Rosell en “La leyenda de Taita Osongo” (Editorial Capiro 2010), regalo que hace a los hijos del África y el Caribe.

J. Franz Rosell se desempeña  como escritor, investigador e ilustrador de sus propios libros para niños y jóvenes, es natural de Cienfuegos  (1954) y ha vivido en diferentes países, lo que le ha permitido entrar en contacto con culturas que han enriquecido su obra. Tiene publicado una veintena de títulos  dispersos por todo el mundo y  ha obtenido premios importantes con su narrativa.

“La leyenda de Taita Osongo” fue una de las propuestas  a los lectores de la reciente Feria del Libro que recorre cada rincón del país. Así fue como llegó a mis manos este libro el cual desde que comencé la lectura de sus primeras páginas me apresó con su magia  porque descubrí un nuevo personaje nombrado Severo Blanco, contramaestre de un navío español anclado en un puerto de la Habana, descrito como “hombre de recio carácter quien hacía gala de su nombre porque nunca reía y tenía la piel blanca a pesar de haber pasado toda la vida bajo el sol y el viento del mar”. “De mirada dura y fría, gris como el acero de un cuchillo  bien afilado y el pelo casi blanco aunque no era viejo, ni joven pues nunca lo había sido”.

A partir de esta descripción tan precisa que hace el narrador del protagonista, fuera de estereotipo comenzamos a descubrir una historia “nacida a golpe de viento” en la Bahía  del castillo de la Punta en la ensenada de Guanabacoa  donde aparecerán otros personajes que nos guiaran hacia otras historias con diálogos naturales y significativos revelando el carácter de cada uno de ellos, y despertando el interés del lector. Un ejemplo de esto es el diálogo sostenido entre Severo y el capitán de un barco negrero en el cual se observan intereses comunes cuando dice:

-    La cuestión no está en llegar sino en volver –respondió el capitán.-Hace años que tengo todos los detalles en mi carta de navegación…Pero la riqueza de Cosongo  cuesta más de lo que la mayoría está dispuesta a perder: la salud, la razón o la vida, p. 24.

A lo que responde Severo Blanco

-    Tú sabes como llegar y yo soy el contramaestre  en quien necesitas confiar para llevar tu barco hasta allá. (idem).

Detrás de este relato, también sentimos al investigador cuando muestra la época vivida por nuestros antepasados, la historia de la trata de negros africanos en el Puerto  de la Habana a comienzos del siglo XIX, convertido en uno de lo más activos del nuevo mundo, de negros que fueron arrancados de su tierra  como animales salvajes donde llevaban una vida apacible y dedicada en “África, tierra excepcional  de hombres que sabían amar, gozar el trabajo y honrar a la naturaleza, buenos, fuertes y sabios” donde nos muestra a los tres reyes brujos: Songo, Oroco, Osongo conocedores del lenguaje de los animales que tenían tratos singulares con las plantas de tal manera que unos y otros obedecían de buen agrado sus deseos y que constituyen una forma excepcional de mostrarnos a Sóngoro Cosongo.

Por tanto realidad y fantasía se mezclan en difícil intento por delimitarlas producto del ingenio conque el narrador omnisciente recrea los capítulos y aprovecha la frases sentenciosas, impidiendo apartarnos del hilo conductor “años atrás en un puerto de Europa Severo se había dejado convencer  por una gitana que le prometió revelarle su futuro” “-Llegarás tan lejos como quieras y serás tan rico como deseas. Nada podrá detenerte, ni siquiera tu propia desgracia ¡Ten miedo de tí mismo,  marinero! P. 25.

Es así como cada personaje juega un papel fundamental que como una señal o pura coincidencia apunta al siglo que evoca.

Historia de amor entre niños de razas diferentes nos resulta inquietante y dolorosa por la continua persecución a que están sometidos despertando en nosotros los lectores sensaciones y emociones diferentes. Por ello, desde mi calidoscopio les regalo una hermosa vista, la que nos devuelve a nuestros ancestros a través de un  algarrobo y una diáfana orquídea.


1 comentario

joel franz rosell -

la lectura de Daymaralis es muy pertinente. Como mi libro se estrenó en la Feria del Libro de Santa Clara dos días antes de mi regreso a Francia, el suyo es el primer comentario hecho por un niño cubano de este libro, que ya tuvieron ocasión de conocer niños de otros países. Para mí es particularmente importante saber qué piensan mis compatriotas de esta obra, la más cubana de cuantas he escrito.