
DANZA DEL ALMA, una compañía artística que, tras 15 años de creada, consolida un prestigio coreográfico en Cuba y el extranjero, dado, sobre todo, por la persistencia de un repertorio que penetra en los temas más candentes de la contemporaneidad: la fragilidad de la existencia humana; los conflictos generacionales; la transexualidad; la diversidad sexual, y el existencialismo. Son códigos estéticos que reverdecen una manera de imponer una mirada en el entorno cubano.
Por Luis Machado Ordetx
Una estética diferente ronda por la ciudad. Tiene tres lustros de impregnación en un contexto de espíritu vanguardista; de descubrimiento; de discurso artístico. Es el regodeo persistente de las técnicas expresionistas de la vanguardia; de nuestra época.
En sus fundamentos hay un apogeo conceptual que punza en la libertad del gesto y un alejamiento de las ataduras imperantes en la métrica y el ritmo del cuerpo. Danza del Alma es eso y mucho más: una auto-expresión que se afirma en la relación con el espacio y el tiempo.
No sé por qué de esa rara costumbre entre nosotros de pasar un onomástico sobre aguas; como si el viento se llevara hojas que jamás estarán secas. Paso una revista; brevísima, desde aquel miércoles 15 de noviembre de 1995. Surgió de la mano fundadora de Ernesto Alejo Sosa, y persiste una afirmación de Santa Clara;