
Por Luis Machado Ordetx
Diccionarios de la Música Cubana tienen erratas históricas imperdonables: sitúan hacia finales del primer lustro de la última década del siglo XIX los recorridos por regiones del centro de la Isla de los compositores nacionalistas Ignacio Cervantes (1847-1905) y Rafael Díaz Albertini (1857-1928). Eran tiempos en que los ánimos por la independencia alcanzaron mayor reafirmación y protagonismo democrático.
No dudo que esas fechas tengan cierta certeza. Como el periodismo se nutre del contraste de fuentes documentales, creo más en las reseñas que hacen José Antonio Martínez-Fortún y Foyo y Antonio Miguel Alcover y Beltrán, cuando abordan las transcripciones de la prensa decimonónica de San Juan de los Remedios y Sagua la Grande.
La conclusión de cualquier Diccionario es una labor compleja y difícil. La mayor parte de la historia que recogen está desperdigada en publicaciones, a veces deterioradas e inexistentes, y eso obliga a la paciencia y el rigor. El primer dislate sobre Cervantes, el Glinka cubano, y Díaz Albertini, lo ubica Helio Orovio (1981), y después Radamés Giró Almenares (2009), lo circunscribe con similares pormenores.
Al reseñar los acontecimientos históricos de 1892, Martínez-Fortún, precisa que en el vapor “Pedro Muria”, que