
Por Luis Machado Ordetx
Aniversario 115 del natalicio de un teórico marxista-leninista cubano, propagador de la estética vanguardista, el arte nuevo, el humanismo y el legado antimperialista y martiano de José Martí.
Haz de Luz, así nombró en reiteradas ocasiones el poeta y pedagogo Emilio Ballagas Cubeñas al amigo Juan Marinello Vidaurreta. Los encuentros entre ambos escritores cubanos atestiguan instantes múltiples, de respeto, camaradería y de reconocimiento intelectual. Ambas apreciaciones fueron simultáneas.
Unas veces los primeros encontronazos ocurrieron en La Habana durante los febriles días vanguardistas de las revistas Social o de Avance, y luego fueron más pródigos en Santa Clara. Marinello sacaba tiempo a las urgencias docentes, de conductor comunista y de editor, o periodista, para visitar a María Josefa, Pepilla, la esposa, radicada desde mediados de 1933 en la dirección de la Escuela Normal para Maestros de Santa Clara.
Esos instantes no están muy esclarecidos por la historiografía local. Cierto fue que Marinello constituyó una pieza clave para dotar de pedagogos con ideas de izquierda al centro docente de la ciudad. Tenía un doble propósito: convertirlos en acompañantes indispensables de Pepilla durante aquellos momentos convulsos posteriores a la caída del gobierno de Gerardo Machado, y que asumieran las aulas dispuestos a propagar las novedades más trascendente