
Desde Prangis, Suiza, el amigo-hermano Argimiro de la Concepción Pérez Estrada, escribió un hermoso poema a su madre de estirpe oriental, de Bayamo, Cuba, y por ese sentimiento que siempre transportan los hijos, justo este domingo 13 de mayo de 2018, lo hago extensivo a todas las progenitoras del mundo.
«A la mujer que amo como a ninguna»
He amado una mujer toda mi vida;
la amo como a ninguna:
es menuda, fina, de alas extensas,
de dulces miradas: una rosa blanca,
un alma pura.
La mujer que amo como a ninguna
solo el encanto de amarme arrulla,
alegra el alma, me alarga la vida;
¡Que delirio!, amarle me hace dichoso,
nuevo, sencillo, bueno.
Si preguntaran cuanto le diera;
le daría todo: la vida y la ree
... (... continúa)